Planificación del ocio para menores, especialmente para aquellos con diagnóstico TEA, permite consolidar sus habilidades ya adquiridas y fomentar su autonomía personal

La llegada del verano y el fin del periodo escolar supone la ruptura de sus rutinas diarias, truncar la exigencia del curso educativo, y varias los ritmos de sueños y comidas, que se ven alterados. Esto tiene efectos positivos en muchos menores, pero en otros genera niveles de estrés y desubicación emocional, especialmente entre los niños y niñas con diagnóstico de Trastorno de Espectro Autista (TEA). Para muchos padres y madres, encontrar una alternativa de ocio supone en muchos casos una odisea. En respuesta a esta demanda www.institutoalcaraz.es ha organizado un año más una nueva edición del Campus de Verano.

La oferta permite disfrutar de una serie de actividades de ocio por periodo de semanas desde finales de junio hasta mediados de agosto. Un servicio que utiliza el ocio, el juego, el divertimento y la relación otros menores como herramienta útil de consolidación de habilidades, refuerzos de las mismas y prestación a sus necesidades evolutivas más importantes. El juego y la relación vivencial con otras personas como vehículo formativo y terapéutico. Es importante aprovechar el verano y evitar que el periodo estival no sea un tiempo de disfrute y se convierta en un tiempo de generación de estrés como les ocurre al 30% de los menores según relativas las expertas del Instituto Alcaraz en www.larazon.es/comunidad-valenciana/20210630/orrpqkinardzzfczz6itmlfd2y.html.

El Campus de Verano de Instituto Alcaraz está diseñado para atender con las máximas exigencias las necesidades de menores TEA u otras necesidades concretas de niños y niñas con dificultades de desarrollo o madurez.

El equipo de profesionales está formado por psicólogas, logopedas y expertas en terapia ocupacional, que se desarrolla en las instalaciones del Instituto Alcaraz, que ofrece espacios diseñados y preparados para atender sus necesidades de juego y ocio, tanto en salas interiores como en espacios al aire libre.

TEA y entorno seguro

El Campus está diseñado como espacio de ocio y de juego dentro de un entorno seguro. Es un tiempo donde el menor necesita un relax de ciertas rutinas, pero no una falta de control de su tiempo y de sus hábitos. Lograr este equilibrio en la atención de los niños y niñas con diagnóstico de espectro autista es fundamental. Al tiempo, se trabaja aspectos vinculados con las habilidades sociales, ciertos problemas de interacción social que son fundamentales trabajar de manera constante – también en el periodo vacacional – así como las tareas de comunicación, y la mejora de la autonomía personal. Todo ello, dentro de un ambiente más relajado y reconocible para el menor.

Cubrir las necesidades de juego y fomentar el ocio responsable es fundamental para la estabilidad emocional, la gestión de los sentidos y estímulos y fijar –  lo que es muy importante para muchos de ellos – hábitos y rutinas que controlen, dominen y les dé seguridad.

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