La comunidad científica, expertos en pedagogía y psicología, la experiencia de muchos padres y madres, confirman que las actividades extraescolares de nuestros pequeños son muy positivas. Pero, todos advierten de que el riesgo está en lograr un equilibrio entre las jornadas escolares, la actividad extra curricular y el tiempo libre de los niños y niñas. Un estudio de la OCU (hecho público en de 2022 (https://acortar.link/vkOW5R ) confirmó que el 90% de los menores entre 6 y 16 años realiza, al menos, una actividad extraescolar.
Esto se produce como consecuencia de los ritmos laborales de los padres y madres desmesurados, lo que genera que las actividades de los menores fuera del colegio no sea una necesidad de ellos, sino un recurso donde ‘aparcar’ al menor. El riesgo es que intentemos suplantar el tiempo libre de los niños y niñas sin supervisión de los adultos con actividades extraescolares y convirtamos su agenda en la copia infantil de la agenda de los adultos con jornadas laborales infinitas.
Esto mina las ventajas de las actividades extraescolares y genera en los menores los efectos contrarios. Es la máquina perfecta para generar niños de corta edad con estrés, exhaustos, angustiados, tristes y agobiados por el cumplimiento de la agenda, los tiempos y las horas.
Las actividades extraescolares deben estar pensadas para lo contrario. Deben tener un claro sentido lúdico, aunque cuando se elija alguna actividad formativa, de relajación, disfrute y goce.
Las actividades extraescolares son una herramienta muy interesante para facilitar el desarrollo cognitivo del menor, ayuda a una evolución positiva desde el punto de vista emocional, social y conductual. Explora nuevas habilidades de los niños y las niñas y permite detectar talentos para su desarrollo futuro.
Cómo elegir la actividad
La primera norma es escuchar y entender bien cuáles son los gustos de los pequeños, que les puede hacer más feliz, qué les gusta más. Excepto en casos muy concretos, las actividades de refuerzo escolar no son extraescolares, tienen otra función y otra finalidad.
Las actividades de ocio reglado deben estar seleccionadas en función de los gustos y de las necesidades de cada uno de ellos. Los expertos en pedagogía recomiendan – siempre en función de la edad del menor – el estudio de idiomas, la práctica deportiva o las actividades vinculadas a las manifestaciones creativas y artísticas.
Estas deben ser sostenidas en el tiempo, al menos dos trimestres, que fortalezca en el menor el principio del compromiso y la responsabilidad, aunque sea una actividad para el ocio. Lo más importante, es que este tiempo no suponga una sobre carga a sus tareas escolares de casa, que le permita jugar y relacionarse con otros niños y niñas en ámbitos como el parque o en casa y que, si es necesario, le asegure un tiempo -incluso- para aburrirse. No más de tres tardes a la semana es el tiempo máximo que se recomienda y, en todo caso, replantearse el horario cuando notamos cambios de humor, cansancio continuado, apatía o tristeza a la entrada o salida de su actividad. Por muy positivo que sea una actividad, si no genera confianza en uno mismo, si no mejora su autoestima y le causa estrés adicional, no valdrá la pena ni le ayudará en nada. El tiempo extraescolar debe ser un tiempo de ocio.
Extraescolares para niños TEA
En el caso de los niños diagnosticados con Trastorno de Espectro Autista (TEA), las extraescolares también son una herramienta útil en su desarrollo y cumple una función positiva en su evolución. No obstante, hay que adaptar la actividad a las características del menor, en concreto cuando se trata de deportes colectivos. En estos casos, muchos son los que presentan dificultades en la comprensión de las reglas de juego o que tienen problemas en tareas cooperativas como las de algunos deportes. Sin embargo, hay muchas alternativas, no sólo en el ámbito de la actividad física, sino también en la música, la pintura, las manualidades, etc. Sólo hay que adecuar la actividad y buscar al equipo de monitores que tengan preparación o conocimientos en las necesidades de estos niños o niñas.
En todo caso, las extraescolares debe ser para todos una actividad de ocio, diversión y juego.