Las niñas de rosa y los niños de azul. Las niños juegan con coches y las niñas con muñecas. Las niñas a ballet y los niños a fútbol. Los niños son más brutos y las niñas más sensibles.

Desgraciadamente, en pleno siglo XXI estos clichés de género y muchos más están a la orden del día. Seguramente, si preguntamos a un grupo de madres y padres si creen que las mujeres y los hombres son iguales y tienen los mismos derechos, la gran mayoría nos diga que sí. Y si les preguntamos si creen que sus hijas deben tener las mismas oportunidades que sus hijos en todos los ámbitos, también nos responderán afirmativamente. Sin embargo, aunque tengamos claro que esto es así, lo cierto es que la mayoría de nosotros seguimos perpetuando los clichés de género sin darnos cuenta. Los tememos tan asumidos que resulta difícil no caer en algunos de ellos, aunque no queramos hacerlo.

La educación es el arma más poderosa para acabar con ellos y que nuestros hijos vivan en una sociedad más justa, así que merece la pena que nos esforcemos en educar en la igualdad a nuestros hijos. Aunque esto suponga luchar cada día contra aquello que nos han inculcado desde pequeños y contra los mensajes que nos lanzan constantemente, por ejemplo, desde la publicidad.

¿Cómo podemos educar en igualdad a nuestras hijas e hijos? En este post te damos algunas de las claves para conseguirlo.

Da ejemplo

El modelo que ofrecemos a nuestros hijos en casa es fundamental para educarles en la igualdad. Recuerda que aprenden por imitación, así que si ven que en casa tú y tu pareja compartís tareas y obligaciones y evitáis comentarios y comportamientos sexistas, ellos crecerán interiorizando la igualdad de forma natural.

Ofrece a tus hijos todo tipo de juguetes y actividades extraescolares

No existen juguetes de niños y juguetes de niñas, aunque la mayoría de las empresas y tiendas del sector aún hagan estas distinciones, por desgracia. Si quieres educar en igualdad, deja que sea tu hijo o tu hija el que decida con qué le apetece jugar, ofreciéndole un amplio abanico de posibilidades y sin condicionarlo ni coartarlo.
El mismo criterio deberías aplicar a la hora de elegir los deportes, los juegos, los talleres y las actividades extraescolares. Dales libertad para decidir si quieren aprender ballet, fútbol, patinaje o cocina, por ejemplo.
La elección de la ropa, aunque parezca una tontería, también marca a niños y niñas. Muchas veces tendemos a vestir a las niñas con ropa bastante más incómoda que les impide correr, mancharse y explorar a sus anchas, como sí les permitimos a los niños. Basta con echar un vistazo en el parque un domingo para darnos cuenta de esta realidad.

Implícalos en las tareas de casa

Uno de los aspectos que más nos gustan del método Montessori es el hincapié que hace en la necesidad de implicar cuanto antes a los peques en las tareas cotidianas de la casa, como la limpieza, la cocina, el orden o el cuidado de los animales o de los hermanitos. Tareas que siempre se deben adaptar a la edad de cada niño. Es la mejor forma de fomentar su autonomía y su autoestima y debemos hacerlo sin distinción alguna de género, para que todos aprendan a hacer de todo desde que son pequeños.

Permíteles mostrar sus emociones y trabaja el respeto y la empatía

La educación emocional es básica para el desarrollo de los niños a todos los niveles y a veces es la gran olvidada. Por lo que respecta a la educación en igualdad, es crucial que dejemos a nuestros hijos expresar sus emociones, sean las que sean. Así que nada de decirle a tu hijo que los niños no lloran o que se porte ‘como un hombre’ y no manifieste sus miedos. La vulnerabilidad y la valentía no tienen género y las dos son perfectamente lícitas.
Además, es importante enseñar a los niños y a las niñas a ser respetuosos con los demás, sean del género que sean, y a desarrollar su empatía, es decir, saber ponerse en el lugar del otro.

Aporta referentes tanto masculinos como femeninos

¿Quieres que tu hija o tu hijo crezcan pensando que pueden llegar a ser lo que quieran? Ofréceles ejemplos de mujeres y hombres que lo han conseguido antes que ellos, para que les inspiren. Aunque sigue siendo más difícil encontrar en la historia referentes femeninos, lo cierto es que en los últimos años se han desarrollado materiales estupendos que rescatan del olvido a mujeres ejemplares que son estupendos referentes en distintos campos: la ciencia, el arte, la tecnología, el mundo empresarial… Ofrécelos a tus hijas, pero también a tus hijos.
Además, presenta a tus hijos y a tus hijas modelos de hombres que hayan destacado en disciplinas que se han considerado tradicionalmente más ‘femeninas’, como por ejemplo el ballet o el cuidado de los demás.
¿Por qué no llevar a tus hijos a ver películas de princesas y a tus hijas a películas de superhéroes? Lo mismo pasa con los cuentos.

Y tú, ¿educas a tus hijos en la igualdad?, ¿qué es lo que más te cuesta?.

Estefanía Alcaraz

Psicóloga Infantil

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