El diagnóstico del Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una de las especialidades de las profesionales de Instituto Alcaraz. Dificultades de comprensión, la visión del mundo de manera incómoda y hostil, recopilación de la información “por partes”, incapacidad para desenvolverse bien en el entorno social o problemas en la comunicación son algunos de los obstáculos que encuentran estos menores en su día a día.
El Trastorno de Espectro de Autista, en los casos de grado 2 y 3, además de conllevar problemas en la comunicación, déficits en el desarrollo o falta de interés en las personas, entre otros, también aparecen los desórdenes sensoriales como las hipo e hipersensibilidades a estímulos externos o intereses inusuales por aspectos del ambiente. Estas respuestas pueden estar originadas por texturas, sabores, olores, distintas temperaturas o incluso sonidos.
Una de las actividades que más dificulta en el día a día de estos niños y que forma parte de nuestra vida rutinaria es el momento de cortar el pelo. Por ello, las codirectoras del Instituto Alcaraz, Sheila y Estefanía Alcaraz y las terapeutas ocupacionales del centro ofrecen una formación específica enfocada a los profesionales de peluquerías para que estos aprendan cómo tratar adecuadamente a los niños con TEA en sus salones.
Las principales dificultades que nos encontramos son la comprensión de la propia acción (el porqué de cortarse el pelo), la comunicación y el lenguaje con el profesional o con las familias, el entorno (ruidos de peluquería, temperatura, olores de los productos, movimiento de la silla donde está sentado), o el procesamiento sensorial o posibles experiencias previas negativas. Las estrategias que proponen las profesionales de Instituto Alcaraz se centran en tres fases: primera fase previa al corte de pelo, fase durante el proceso y la tercera y última fase posterior a esta actividad.
Una de las claves para facilitar la compresión en niños y niñas TEA, tanto en la acción de cortarse el pelo como en cualquier otra de la vida del menor, es la anticipación. Para anticiparnos al corte de pelo podemos realizar procesos previos como ir a conocer a la persona que cortará el pelo al menor, hablar con el peluquero o la peluquera y que nos explique cuáles son los pasos a seguir. Desde casa, para facilitar la comprensión de la actividad que vamos a llevar a cabo, podemos enseñarle videos sobre otros niños que van a peluquerías, leer cuentos sobre esta misma acción o realizar juegos simbólicos con tijeras de juguete imitando el propio corte. Un recurso muy útil y de gran efecto es que el menor con TEA pueda acompañar a los padres o a alguien cercano a cortarse el pelo para ayudarles a familiarizarse con el proceso. Si llevamos a cabo todo esto acompañado por una pegatina en el calendario en el día de la cita, conseguiremos una base sólida para anticipar y preparar al niño para corte de pelo.
La comunicación con estos menores TEA es fundamental, pero en ocasiones se ve mermada por su incapacidad verbal completa o parcial. Un recurso muy práctico ante esto son los Sistemas Aumentativos y Alternativos de Comunicación (SAAC), herramientas diseñadas para ayudar a personas con dificultades en la comunicación verbal a expresarse de manera más efectiva. Este sistema incluye pictogramas con los que el menor, la familia y el profesional (o las personas que vayan a mantener la conversación) podrán interpretar con ayuda de dibujos y símbolos la secuencia de una acción para comunicarla. En ARASAAC se pueden encontrar todo tipo de acciones para formar vuestras propias secuencias.
Atención al entorno
El entorno, en muchos casos, es un factor que puede ocasionar rechazo a los niños y niñas TEA, puesto que además de que está saliendo de su ‘zona segura’ o ‘zona de confort’, las peluquerías en sí, no son un lugar tranquilo. Siempre habrá ruidos, gente moviéndose para todos los rincones del espacio u olores fuertes. Por ello, es necesario hacer varias visitas previas para conocer el lugar y tener controlados los diferentes estímulos que nos vamos a encontrar.
Como tarea de los padres, será elegir el día de la cita. Que los profesionales del salón les aconsejen sobre los días que hay más tranquilidad, sería un punto a favor para atravesar el proceso con más calma, aunque no siempre será posible.
Si somos profesionales de la peluquería y vamos a tratar a un menor con autismo, podemos comunicarnos con él previamente, enseñarle las herramientas que vamos a utilizar para el corte y dejar que las manipule e interactúe con ellas o enseñarle la silla donde estará sentado. Es recomendable también que vayan acompañados de un objeto de apego o de regulación sensorial que les regule y con el que se sientan arropados.
Durante el proceso, como profesionales podemos ofrecerles juegos manipulativos, así el menor podrá distraerse y autorregularse (si no ha traído consigo ya un objeto de regulación sensorial personal). Tener la secuencia de pasos delante con el sistema SAAC es una herramienta que les servirá de apoyo para seguir el proceso de manera visual, así como tener un botón de ‘stop’ o temporizadores y relojes de arena para que el menor controle el tiempo. Si los utensilios profesionales de peluquería son agradables visualmente, por ejemplo, de colores llamativos o con pegatinas de motivos infantiles, será un ‘extra’ para que el proceso llegue a término con éxito.
La aplicación ‘PeluqueríaTea’ es una herramienta gratuita creada por el grupo de investigación AYRNA de la Universidad de Córdoba para que la persona con TEA conozca previamente los sonidos de la peluquería, los objetos y sus sonidos para que pueda anticiparse.
Para finalizar, después del corte de pelo, si somos profesionales de las peluquerías expresarles lo bien que lo han hecho para que se sienta orgulloso por haber superado el corte. En ese sentido, se debe planificar en tu agenda junto con la familia y el niño cuando va a ser la próxima cita, así el menor ya lo tendrá en cuenta. Como padres, después de la peluquería podemos hacer un plan satisfactorio para el menor, ir un lugar favorito o hacer una actividad que le guste.
Lo que hay que tener claro si queremos poner solución a este problema es que la anticipación, el uso de Sistemas SAAC y la familiarización con el entorno de la peluquería son elementos clave para mejorar la experiencia de estos menores. En definitiva, si aunamos estos esfuerzos y le damos la vuelta a la situación, en lugar de pensar en una experiencia traumática para ellos y angustiosa para los padres, con un enfoque comprensivo y sensible, podremos mejorar la calidad de vida de las personas con TEA y sus familias.