En el post anterior te explicamos las señales que te pueden hacer darte cuenta de que estás dejando de lado a tus hijos por abusar del móvil. Hoy queremos hablarte de cómo afecta a los niños, el abuso del móvil por parte de los padres.
Si tu hijo o hija tiene que gritar tu nombre varias veces para lograr que le hagas caso, si monta rabietas para conseguir captar tu atención o si directamente se ha resignado y ha dejado de intentarlo, tienes un problema.
La falta de atención hacia los hijos por el uso excesivo del móvil puede tener consecuencias muy negativas en su desarrollo y en vuestra relación.
En este post te explicamos cuáles son las principales y te damos las claves para ayudarte a que dejes el móvil de lado y les prestes a tus peques la atención que se merecen.
Cómo le afecta a tu hijo tu abuso del móvil
No prestar a tu hijo la atención que se merece por abusar del móvil puede ser muy peligroso en la calle. Como ya te explicamos en el post anterior sobre este tema, se han hecho experimentos que demuestran que el uso excesivo del móvil puede derivar en negligencia a la hora de vigilar a los niños fuera de casa.
En uno de ellos se llevaban a los niños de un parque y hubo padres que tardaron más de 10 minutos en percatarse de su ausencia, porque estaban ensimismados con su móvil.
Pero este problema tiene además consecuencias muy negativas para el normal desarrollo de su personalidad y para la construcción de vuestro vínculo afectivo.
Éstas son algunas de las principales consecuencia en los niños.
- Baja autoestima y sentimiento de abandono: Los niños que no reciben la atención que necesitan crecen sintiéndose abandonados emocionalmente. Sienten que no son lo suficientemente importantes para merecer tu atención y cuidados, por lo que desarrollan un baja autoestima.
- Falta de referentes o referentes equivocados: Los padres debemos ser el principal referente de nuestros hijos. Si no lo eres tú, ¿quién o qué lo será? Puede que si tú no le prestas atención y no se siente querido y valorado, busque ese cariño en otras personas o lugares, sobre todo en la adolescencia. Y seguramente no serán los que a ti te gustaría. También debes tener en cuenta que los niños que crecen con padres pegados a un móvil serán adultos pegados a un móvil. ¿Cómo vas a decirles que no es lo adecuado si es lo que tú haces?
- Mala conducta: La crianza y la educación de los hijos no es fácil. Aún estando pendientes y poniendo todo de nuestra parte, pueden surgir dificultades, pero si tus hijos no reciben la atención que necesitan, las habrá seguro. Seguramente tendrán mala conducta, tanto por la falta de referentes positivos, patrones y normas claras, como por el deseo de captar la atención por todos los medios posibles.
- Dificultades para relacionarse y socializar: Una consecuencia clara de las carencias en la atención a los hijos por el abuso del móvil y las nuevas tecnologías es la falta de comunicación entre padres e hijos. La relación se vuelve cada vez más distante y esto afecta a la forma en la que los niños aprenden a relacionarse y socializar con otras personas. No olvides que los padres somos los principales referentes y que los niños aprenden por imitación.
- Tendencia a la adicción y sedentarismo: Está claro, si llevas una vida sedentaria y abusas del móvil, tu peque tiene todas las papeletas para llevar una vida sedentaria y convertirse en un adicto al móvil. De nuevo, recuerda que aprenden por imitación.
¿Cómo mantener el móvil a raya?
Seguramente te has reconocido en alguno de los puntos de este post y ahora mismo te sientes la peor madre o el peor padre del mundo. No te agobies. Lo más probable es que todavía estés a tiempo de rectificar y de construir una relación sana y constructiva con tus hijos, dejando el móvil de lado. ¿Cómo? Te proponemos algunas tácticas para conseguirlo.
- Cuenta las horas que pasas viendo el móvil. Durante un día o un par de días, mira la hora cada vez que cojas el móvil y mírala otra vez cuando lo dejes. Apúntalo. Así tendrás una idea del tiempo total que le dedicas al móvil. ¡Seguro que te sorprende!
- Reduce el tiempo que le dedicas al móvil poco a poco, así te resultará más fácil. Proponte bajar 15 minutos o media hora al día.
- Imponte un tiempo mínimo de calidad al día para pasar con tus hijos plenamente, sin móviles.
- Olvídate del móvil en el parque, en las comidas y en las salidas familiares.
- Haz una lista de las páginas, apps o redes que más visitas. Imponte un límite de tiempo para pasar en cada una de ellas. Puedes establecer incluso un calendario: mirar páginas que te gustan media hora antes de acostarte; consultar las redes media hora por la mañana y media hora después de comer… etcétera. Mejor si eliges las horas en las que no estás con tus hijos.
¿Crees que estás descuidando a tus hijos por abusar del móvil? ¿Qué te parecen nuestros consejos para revertir esta situación? Deja tu comentario y conversamos.
Sheila Alcaraz
Psicóloga Infantil
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