¿Sois unos padres autoritarios? ¿O más bien permisivos? ¿Qué estilo de crianza es mejor?

El estilo de crianza que aplicamos con nuestros hijos determinará en gran medida su personalidad, autoestima y la manera en la que se relacione con los demás cuando sea adulto. ¿Sabes cuál es el tuyo?

Está claro que todos queremos lo mejor para nuestros peques, pero no siempre somos conscientes de los errores que cometemos.

A veces, ni siquiera somos capaces de decir qué tipo de crianza estamos aplicando, ni nos paramos a pensar la que querríamos aplicar.

«Muchas veces vamos actuando sobre la marcha»

Ser conscientes es el primer paso para caminar hacia el estilo de crianza más adecuado. Por eso, aunque las clasificaciones a veces son peligrosas y no se trata de encasillar a nadie, te puede venir bien echar un vistazo a este post, en el que te resumimos los 4 principales estilos de crianza.

Nos hemos basado en la metodología aplicada por los psicólogos MacCobin y Martin, que es la más extendida y aceptada en estos momentos.

 

Los cuatro estilos de crianza y sus variables

McCobin y Martin establecieron un sistema sencillo y básico de clasificación de los estilos de crianza, en función de dos variables que consideraban fundamentales: por un lado, el nivel de exigencia y firmeza y, por otro, el afecto e interés.

El nivel de exigencia se entiende como la disciplina que se aplica en cada casa: lo rígidos que son los padres en la instauración y aplicación de normas, el control que ejercen sobre sus hijos, si aplican o no castigos y cómo reaccionan ante posibles desafíos.

Por afecto e interés se entiende la sensibilidad que tienen los padres hacia los sentimientos y emociones de sus hijos, la importancia que se otorga al afecto, el cariño y la comunicación.

Poniendo en relación ambas variables, se establecen cuatro tipos de estilos de crianza:

 

Estilo de crianza democrático

El estilo democrático de crianza es el que surge al combinar un elevado índice de afecto e interés y un alto nivel de exigencia.

Se trata de padres que son cariñosos con sus hijos, mantienen una buena comunicación con ellos, se preocupan por sus emociones, las tienen en cuenta y les invitan a expresarlas.

Al mismo tiempo, se mantienen firmes en la instauración y aplicación de las normas y fomentan el esfuerzo de sus hijos como vía para la superación personal.

Se trata del estilo de crianza más equilibrado y bien aplicado es el caldo de cultivo ideal para que los hijos crezcan con autoestima y confianza, se esfuercen por conseguir sus objetivos y sepan relacionarse de manera sana con su entorno.

Estilo de crianza permisivo

El estilo permisivo de crianza surge de combinar altas dosis de afecto e interés con bajas dosis de autoridad. Los padres que aplican este estilo de crianza están pendientes de las emociones y el bienestar de sus hijos hasta el punto de ponerlos por encima de todo lo demás.

Tienden a facilitarles las cosas y concederles todos sus deseos, sin exigirles ningún esfuerzo. Imponen pocas normas y son bastante laxos a la hora de hacer que los niños las cumplan.

El resultado son niños con autoestima elevada y base afectiva sólida, pero que no saben hacer frente a los retos, lo que puede acabar por desmotivarles.

La falta de normas en casa hace que les resulte más difícil aprender a desenvolverse en una sociedad plagada de normas. Son egoístas y dependientes.

Estilo de crianza autoritario

El estilo autoritario de crianza es la combinación de elevadas dosis de autoridad y control, con bajos niveles de afecto y comunicación.

Son padres muy estrictos, que establecen normas y no dudan en hacerlas cumplir. Son extremadamente exigentes con sus hijos, a los que les piden resultados que no siempre son capaces de alcanzar.

Son poco comunicativos y poco cariñosos, no les interesan las opiniones y emociones de sus hijos, que deben obedecerles sin rechistar.

El resultado de aplicar este estilo de crianza son niños con baja autoestima, tímidos, que desarrollan todo tipo de miedos. Suelen ser sumisos, poco comunicativos y les cuesta identificar y expresar sus emociones.

En ocasiones, se produce el efecto contrario y acaban rebelándose ante el autoritarismo, sobre todo en la adolescencia.

Estilo indiferente o negligente

El estilo indiferente o negligente de crianza es el que aplican los padres que combinan bajas dosis de autoridad y bajas dosis de afecto.

Hablamos de padres que apenas se preocupan por sus hijos, ni para lo bueno, ni para lo malo. No prestan atención a sus necesidades ni dan respuesta a sus emociones, pero tampoco les exigen prácticamente nada.

Los niños con padres indiferentes o negligentes crecen con una autoestima baja, faltos de cariño y de referentes. Les cuesta aplicar las normas y también ser sensibles a las necesidades y emociones de los demás.

Suelen desarrollar problemas de conducta y tienen dificultades para relacionarse adecuadamente en sociedad.

 

 

Ahora que conoces los grandes estilos de crianza ¿cuál crees que es el que estás aplicando a tus hijos? Lo cierto es que, en la mayoría de los casos, los padres pasamos a veces de un estilo a otro casi sin darnos cuenta. Es difícil ser siempre equilibrado al 100%, pero debemos intentarlo, si queremos que nuestros hijos lo sean.

¿Estás de acuerdo? ¿Tienes alguna duda? Deja tu comentario y conversamos.

 

Estefanía Alcaraz

Psicóloga Infantil

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