Si tuviera que definir la sensación de muchos papis que veo, una de ellas sería miedo. Miedo a lo desconocido, al descontrol, a que lo pasen mal sus hijos, pero algo muy característico de los últimos años es el miedo bien a que sean acosados, como a que sean acosadores. Porque existe el abuso en el colegio.

Hace unos 4 años en una de los congresos en la universidad de Alicante, ya hablé sobre esto. El acoso en si o el bullying, se da en baja medida, pero el abuso en el colegio es una tónica frecuente y es igual de dañino para el niño. Cuando hablamos de abuso el niño abusado se siente sin defensas y empeora su autoestima, así como el niño abusador, tendrá unas consecuencias en su conducta, y comenzará a realizar estrategias inadecuadas que generalizará a otros ambientes. Y OJO el abusador no tiene por qué originarse en casa, a veces se origina en el colegio a consecuencia de los patrones de conducta de su entorno. Vamos a dar claves para detectar esto.

A continuación describimos las claves que podemos detectar en nuestros hijos que nos den sospecha que pueden estar siendo acosados en el colegio:

– Dificultades para dormir, pesadillas o insomnio.

Si vuestro hijo empieza a tener problemas para iniciar el sueño, tiene más pesadillas de lo habitual o se desvela por la noche y ya no se puede volver a dormir, puede significar que algo le está preocupando, puede estar sufriendo abuso en el colegio, y se ve reflejado en sus hábitos de sueño.

– Cambio en los Hábitos Alimenticios.

Puede ser que se les cierre el estómago y no tengan ganas de comer o que por lo contrario los veamos comiendo con mucha ansiedad, puede significar que esté siendo acosado en el colegio.

– Dificultad en la concentración y atención.

Si detectamos una bajada en las notas de nuestro hijo sin ningún motivo aparente, puede ser que esté siendo acosado. Esto hace que no pueda concentrarse en los estudio y que su memoria y atención bajen, repercutiendo a su rendimiento escolar.

– No querer ir al colegio.

puede pasar que de repente nuestro hijo verbalice que no quiere ir a la escuela, no quiera relacionarse con otros niños o que se invente escusas para no ir al colegio. Si ocurre esto de repente, debemos investigar que está pasando.

– Respuestas emocionales extremas, irritabilidad, depresión, ansiedad, estar siempre en alerta.

Síntomas como temblores, palpitaciones, nerviosismo, pesimismo. Son claves que nos pueden avisar de que algo no marcha bien, puede estar sufriendo abuso en el colegio.

– Buscar estar sólo en el colegio.

Puede ser un indicativo que nos puedan informar los profesores de cómo se relaciona o se aísla en el colegio.

– Lesiones inexplicables.

Los niños caen y se dan golpes de manera habitual. Pero no es normal que todos los días lleguen con moratones o heridas.

Estas son las claves que nos pueden poner en alerta de que algo no está funcionando bien en la escuela. Si detectamos alguna, debemos investigar para saber qué está pasando y acudir a un profesional si nos preocupa el estado de nuestro hijo. Es importante detectar cuanto antes si se produce abuso en el colegio.

¿Pero qué ocurre si nuestro hijo es el acosador? A continuación damos las claves para detectar si nuestro hijo puede ser un abusador:

– Impulsivos y baja tolerancia a la frustración.

Tienen un carácter muy fuerte, hacen las cosas casi sin pensarlas y siempre les gusta conseguir lo que se proponen, cuando no lo consiguen

– Sin habilidades sociales.

No saben cómo relacionarse con sus iguales, por este motivo muchas veces adoptan patrones agresivos con los más débiles, en busca de lo que ellos creen que será “aceptación” del grupo

– Agresivos.

Suelen mostrar una conducta desafiante y agresiva también los adultos. Y también suelen tener una actitud negativa hacia la escuela y dificultades para cumplir las normas.

– Sin empatía.

Son incapaces de ponerse en el lugar del otro. Son insensibles al sufrimiento de la víctima.

– Poseen una Autoestima alta.

Creen que tiene la verdad absoluta y no entran en razón en que pueden estar equivocados.

– Necesidad de poder.

Necesitan sentir que pueden controlar a los demás, sentirse superiores…

– Malas amistades.

Pueden estar copiando comportamientos agresivos en otros compañeros

– Problemas en la relación con sus padres.

Son niños que suelen tener problemas e casa también, sobre todo en respetar los límites.

Qué podemos hacer si sospechamos que nuestro hijo puede ser un acosador:

– Detectarlo y aceptar que hay un problema.

Lo primero que tenemos que hacer es detectar y reconocer que hay un problema. Esto puede ser doloroso pero es importante para empezar a ayudar a nuestro hijo. Muchos padres le quitan importancia, pensando que son cosas de niño, pero esto podría marcarle para su futuro

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– No debemos incentivar nunca conductas agresivas.

No importa la edad o la situación. No debemos enseñar que si te pegan debemos pega más fuerte.

– Buscar la causa de su comportamiento.

Debemos saber desde cuándo está ocurriendo esta situación con nuestro hijo y ver si algún suceso haya podido desencadenar sus agresiones. Debemos tomar medidas de forma inmediata.

– Tomar seriamente las quejas del colegio.

Si desde el Colegio nos dan la alerta que nuestro hijo tiene este tipo de comportamientos debemos trabajar conjuntamente con ellos. Debemos ayudar a la reparación de lo que ha ocurrido, debemos tener una supervisión constante y debemos tener las disculpas a quien haya resultado agredido.

– Debemos enseñar la empatía.

Para que entienda que su comportamiento no está bien y que hay compañeros que están sufriendo.

– Controlar el acceso a Internet.

En ocasiones el acoso se realiza por las redes sociales o por otros medios digitales y pueden llegar a ser casos de cyberbulling.

– Debemos hablar con ellos de que existe un problema, qué consecuencias hay y qué podemos hacer.

– Consultar un especialista.

En algunos casos lo mejor es solicitar apoyo a un especialista para detectar que detona este comportamiento, que cambios se deben hacer a nivel familiar, como ser más consistentes. Y por otro lado, para que le ayude a él, a través de una intervención, a cambiar esos patrones agresivos, manejar su agresividad y desarrollar habilidades sociales.

 

¿Qué está ocurriendo en las escuelas?, ¿Está ocurriendo en el colegio de vuestro hijos?, ¿Conocéis algún caso?

Sheila Alcaraz

Psicóloga Infantil

 

 

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