Llega el momento que tanto deseábamos. Nos lo hemos imaginado cientos de veces: paseando con nuestro bebé, abrazándolo, oliéndolo, cuidándolo. Éramos muy felices en esos sueños. Nos ha costado llegar hasta aquí mucho, pero al fin lo hemos conseguido. Ya está aquí nuestro bebé. ¿Pero qué pasa?, ¿Por qué no soy feliz? Son muchas las expectativas que habían: “tener un hijo es lo mejor que te va a pasar en la vida”, “vas a ser una madre maravillosa”, “vamos a ser muy felices”… Pero no es así: no duermo, no como bien, mi bebé me pone nerviosa, oigo su lloro y me irrita, no me gusto, mi cuerpo no es el mismo, mi bebé no para de llorar, no tengo paciencia, sólo quiere brazos, no me puedo ni duchar, no sé cómo cuidarlo, no lo estoy haciendo bien, no me quiero sentir así…
Muchas mujeres después de tener un hijo pasan por esto, es bastante común. No tenemos que avergonzarnos de pensar o sentirnos así. Las hormonas, las expectativas, las emociones,… todo esto revuelto hace que tengamos Depresión PostParto.
Todas las mujeres en nuestra cabeza tenemos una imagen idealizada de la maternidad y al tener un hijo y enfrentarnos con la realidad descubrimos qué es en realidad tener un hijo.
¿Qué es la Depresión Postparto?
La depresión posparto es un trastorno del estado de ánimo. La depresión, que puede ser intensa o moderada. Se presenta después de que la mujer haya dado a luz, sobre todo en los tres primeros meses posteriores, se puede producir hasta un año después.
Las madres que padecen depresión posparto tienen sentimientos de extrema tristeza, ansiedad y cansancio que les dificultan en realizar las tareas de cuidado del bebé e incluso de ellas mismas.
¿Cuáles son las causas?
Las causas concretas de la Depresión Postparto se desconocen. Pero durante el embarazo y tras el parto los niveles hormonales se alteran, lo que influye en el estado de ánimo y puede causar tristeza, apatía, irritabilidad y otras sensaciones que pueden llevar a un estado de depresión. Además de los desajustes hormonales existen unos factores que pueden ayudar a su aparición:
– Ciertas alteraciones físicas, como por ejemplo la anemia o una alteración de las hormonas tiroideas, pueden favorecer la depresión postparto.
– Cambios físicos tras el parto: Durante el embarazo y tras el parto se producen unos cambios físicos y estéticos que cambia y distorsiona la imagen de la mujer. Pueden salir estrías, queda barriga tras el parto, aumento de peso, no tener tiempo para cuidarte.
– El parto. Si se ha tenido un parto complicado, con fórceps o cesárea urgente, o un bebé prematuro, o que ha requerido un ingreso hospitalario, son experiencias duras que pueden desencadenar una depresión o incluso un síndrome de estrés postraumático.
– Disponer de menos tiempo libre: un hijo necesita cuidados las 24 horas del día. La madre ve reducido el tiempo para ella, para cuidarse, para establecer relaciones sociales. Todo gira en torno del niño.
– La falta de sueño y el agotamiento. Por eso es muy importante aprovechar cada ratito en que el bebé duerme para descansar o dormir junto a él; incluso las pequeñas siestas de 20 minutos mejoran el estado de ánimo de la madre.
– Estado de inseguridad: Algunas mujeres sienten que no lo pueden hacer bien, creen que esta nueva situación les supera y que no llegan a todo lo que les gustaría hacer o cómo les gustaría hacerlo.
¿Cuáles son los Síntomas?
La depresión posparto tiene los mismos síntomas generales que la depresión, como irritabilidad y tristeza, cambios en el apetito, falta de placer e interés en la mayoría de las actividades, pérdida de energía y concentración, ansiedad, insomnio, pensamientos de suicidio y sentimientos de culpa e inutilidad. Si una depresión posparto no se trata de forma adecuada, puede durar años.
Además de estas características mencionadas anteriormente, la depresión posparto incluye una serie de sentimientos que experimenta la madre con respecto el niño:
– Tener poco interés en el bebé: aunque también puede ser a la inversa y preocuparse en exceso por la salud y cuidado del bebé.
– Experimentar sentimientos negativos hacia el niño: que te irrite su llanto, no querer cogerlo,…
– No poder cuidar del niño: algo muy común es no querer quedarse a solas con el bebé. Incluso las madres llegan a no poder cuidar de ellas mismas.
¿Cómo superar una depresión postparto?
Si notamos cualquiera de estos síntomas debemos ir a un especialista para que nos certifique si es una depresión postparto. En ocasiones se necesita tratamiento farmacológico siempre acompañado de psicoterapia. Esto acompañado de un apoyo familiar y de una actitud positiva a querer cambiar la situación de la mamá afectada, hacen que el pronóstico sea positivo.
Algunas recomendaciones que podemos seguir:
– No te quedes callada: es muy positivo que lo hables, que se lo cuentes a alguien y te desahogues.
– No debemos avergonzarnos por esto. Pasa más a menudo de lo que nos imaginamos.
– Pedir ayuda: debemos pedir ayuda en el día a día. Ayuda en los cuidados del bebé, para poder cuidarnos nosotras también.
– Descansar: debemos dormir para cuidarnos y poder cuidar. Debemos intentar hacer coincidir el sueño del bebé con el nuestro. Así aprovechamos esos ratitos de sueño del bebé para descansar, aunque sean siestas de 20 minutos ese sueño es muy reparador.
– Buscar tiempo libre: tener tiempo de ocio para ti, estar con amigos o con tu pareja ayuda.
– Restringir las visitas en casa: es importante descansar y si el bebé duerme debemos dormir, como hemos comentado. Así que si esas visitas dificultan tu sueño, debemos poner horarios.
– Importante come y dúchate cuando esté despierto y no al revés. Aprovecha para hacer cosas cuando esté despierto el bebé. La alimentación, la higiene y el sueño de la madre son las claves.
¿Conocías la depresión postparto? ¿Te ha ocurrido? ¿Tienes alguna duda? Cuéntanos.