La lactancia materna es el mejor alimento que puedes ofrecerle a tu bebé. La OMS recomienda la lactancia exclusiva hasta los 6 meses y combinada al menos hasta los 2 años.
Por suerte, cada vez más madres estamos concienciadas de su importancia y cada vez tenemos más información y apoyo, aunque no siempre resulta fácil y queda camino por recorrer.
A muchas nos surgen dudas sobre la lactancia y sobre todo sobre cómo y cuándo dejarla. ¿Sabes cuándo retirar el pecho? Y, sobre todo, ¿cómo hacerlo?
Como madres, nosotras también hemos vivido ese proceso y hemos aprendido por el camino. En mi caso, conseguí mantener la lactancia a base de constancia. Hasta los 15 días no me subió la leche pero, a base de insistir con lactancia mixta, al final conseguí mantenerla hasta los 8 meses, que tuve que interrumpirla por trabajo.
En mi caso, conseguí mantener la lactancia a base de constancia
Mi hermana Estefanía logró mantener la lactancia exclusiva con Joel hasta los 7 meses, a pesar de que no le subió la leche hasta la semana. Fue Joel el que decidió dejarla. Se abrazaba al pecho y lo acariciaba a modo de despedida. Con su hermana Megan, ha sido lactancia materna exclusiva desde el principio.
Generalmente, retirar el pecho no es fácil. En este post te damos algunas recomendaciones para que el proceso de destete sea lo más respetuoso y lo menos traumático posible para ambos.
Retirar el pecho por decisión del bebé
El destete guiado por el bebé, como le ocurrió a mi hermana con Joel, es la situación ideal, aunque hay que reconocer que no es la más habitual.
Un bebé alimentado con lactancia materna exclusiva suele ser bastante poco proclive a dejarla. Si lo dejamos a su elección, la lactancia puede prolongarse hasta los cuatro años o incluso más allá.
Siempre que la mamá esté dispuesta y de acuerdo con la situación, no hay ningún problema en mantener la lactancia como complemento a otros alimentos, que deben ser la base de la alimentación.
Normalmente, los bebés que quieren dejar el pecho comienzan por acortar las tomas o saltarse alguna de ellas. No debemos forzarles a mantenerlas.
La lactancia materna siempre es a demanda, no debemos forzar al bebé a mantenerla
En ocasiones, puede tratarse simplemente de una crisis de lactancia pasajera y una vez superada el bebé o el peque vuelve a mamar como antes. Pero puede tratarse también de una despedida, que puede ser repentina o prolongarse en el tiempo.
Retirar el pecho por decisión de la madre
En la mayor parte de las ocasiones, es la madre la que decide acabar con la lactancia en un momento determinado, bien por voluntad propia o bien porque las circunstancias personales o laborales se lo exigen.
Este tipo de destete requiere de paciencia y mucha comprensión. Si has decidido poner fin a la lactancia, debes saber que a tu peque seguramente no le va a hacer mucha gracia, por lo que lo mejor es intentar hacerlo de la forma menos traumática posible. ¿Cómo?
Retira el pecho de forma progresiva
Siempre que sea posible, salvo causa de fuerza mayor, intenta que la retirada del pecho sea progresiva. Cortarla de golpe no solo resultará traumático para tu bebé, sino que además te provocará a ti serias molestias e incluso problemas médicos por la acumulación de leche en tus senos.
Lo mejor es ir acortando y espaciando las tomas, hasta retirar primero aquellas en las que el bebé menos mame y después ir a por las demás.
El proceso dependerá mucho del momento en el que decidas retirar el pecho
Si lo haces antes de que el peque comience con la alimentación complementaria (6 meses), deberás acostumbrarle al biberón. Una buena táctica es sustituir alguna toma por un biberón con tu propia leche, para después ir sustituyéndola poco a poco por la fórmula.
Si el destete ocurre cuando el peque ya toma otros alimentos, puede resultar algo más sencillo, porque generalmente se sienten atraídos por otros gustos y texturas y rechazarán menos la leche en biberón o en vaso, si te animas a dársela así desde el principio.
En cualquier caso, te recomendamos que te lo tomes con tiempo y con paciencia y retires una toma a la semana, más o menos, de forma que el proceso completo te lleve entre uno y dos meses. Mejor ir lentos, pero seguros.
No te sientas culpable
A veces somos las propias madres las que complicamos el proceso de destete porque nos sentimos culpables de retirar el pecho a nuestros bebés.
Si, por el motivo que sea, has decidido dejar de dar el pecho a tu bebé, es importante que lo hagas de forma convencida, sin sentirte mal por ello, para transmitirle esta seguridad a tu bebé.
Es un error pensar que el destete va a acabar con vuestro apego. Existen multitud de formas de expresar el cariño y de mantener el vínculo con tu bebé además de la lactancia materna.
Sobre todo, te recomendamos que te armes de paciencia y comprensión en esta etapa, que puede resultar difícil para tu peque y que suplas con mimos y amor la carencia del pecho.
Ofrécele una alimentación alternativa atractiva y de calidad
Tanto si recurres a la leche de fórmula como si pasas directamente a la de vaca y la alimentación complementaria, es importante que le ofrezcas a tu bebé una alimentación sana y variada, que le resulte atractiva para que la retirada del pecho sea más natural y menos traumática.
Una buena opción es adelantarte a las necesidades de tu peque y ofrecerle los alimentos nuevos antes de que él o ella te demanden el pecho. No esperes a que esté desesperado de hambre, porque te resultará más difícil que acepte el cambio de menú.
Te resumimos las claves para retirar el pecho al bebé:
– ¿Cuándo hay que retirar el pecho al bebé? No hay un momento concreto. La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y combinada hasta los 2 años, pero no te sientas culpable si debes interrumpirla antes.
– ¿Cómo puedes retirar el pecho al bebé sin traumas? Las tres claves son: Progresividad, positivismo y alternativas atractivas.
¿Qué opinas de nuestros consejos para retirar la lactancia materna? ¿Cómo estás viviendo o has vivido tú la experiencia del destete? Deja tu comentario y conversamos.
Sheila Alcaraz
Psicóloga Infantil
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