«No, ahora no toca jugar, toca hacer deberes» Se nos olvide que el juego es el mejor medio para el aprendizaje en la etapa infantil. Muchos padres nos hemos obsesionado en que los niños en este confinamiento, adquieran conocimientos: repasando letras, haciendo números o fichas que encontramos en internet, porque creemos que van a perder conocimientos o que el año que viene van a notar estos meses sin escuela. Pero lo más importante para el aprendizaje es el juego, la experimentación con diferentes materiales, el tirarse al suelo, hacer la croqueta, el tocar la tierra, … el disfrutar. Hoy Alba Siscar, nuestra logopeda de Instituto Alcaraz, nos explica la importancia del juego en la etapa de 0 a 6 años. Así que padres del mundo vamos a jugar con nuestros hijos porque así les estamos ayudando en sus aprendizajes.

 

«El desarrollo del lenguaje está estrechamente relacionado con el juego porqué a través de él el niño interioriza la realidad que le rodea, organiza su conducta, sus actividades mentales y viceversa. El juego permite que el niño amplíe su lenguaje tanto a nivel expresivo como comprensivo, logrando un desarrollo completo del lenguaje (AIJU, 2008).

Por tanto el juego es el medio natural de aprendizaje infantil, ya que por medio de él crea y recrea situaciones de la vida diaria, desarrolla sus sentidos, experimenta con el entorno, adquiere nuevas habilidades, socializa, aprende a resolver situaciones de manera independiente, expresa sus fantasías y sentimientos… Así pues, el juego ofrece indicadores de calidad para entender al niño y observar su evolución tanto física como mental.

En la Atención Temprana (0-6 años)

El juego y los juguetes en la Atención Temprana son elementos imprescindibles para llevar a cabo los programas de intervención con niños que tienen trastornos del neurodesarrollo o presentar factores de riesgo de padecerlos (M. Costa, E. Torres et al, 2008). Es importante tener en cuenta que una gran parte de la población que acude a nuestro centro está en edad de jugar, por lo sus programas se fundamentan en el luego y los juguetes. Todo esto nos permite mejorar las condiciones de aprendizaje, la actitud del niño hacia los profesionales y las sesiones, afianzar aspectos motivacionales y favorecer su imaginación (E. Seguí, 2003).

El juego es un genial recurso terapéutico que permite alcanzar unos objetivos concretos:

  • Ayudar en la adquisición de nuevas conductas y habilidades, además de una mayor funcionalidad en todas las áreas del desarrollo.
  • Conseguir que el niño participe activamente en el proceso de intervención.
  • En los recién nacidos y lactantes motiva a la actividad, facilita el movimiento, propicia y corrige conductas adaptativas…
  • En población más mayor se evidencian las consecuencias y los objetivos de la intervención que se está realizando.

 

Por todo esto mi consejo es que juguéis mucho con vuestros hijos, que probéis diferentes juguetes, escenarios, texturas, materiales,.. ya que así les vais a acompañar en sus aprendizajes ayudándoles a ir superando etapas. Por otro lado, el vínculo que se crea con el juego es importantísimo. Ante cualquier duda estaremos encantadas de resolverlas.»

 

Alba Siscar Pinto.

Logopeda en el Instuto Alcaraz.

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