Las separaciones o divorcios con régimen de guarda y custodia compartida son cada vez más frecuentes en España. Uno de cada tres divorcios se resuelve ya así y las cifras se incrementan cada año.

Es la consecuencia de la cada vez mayor implicación de los padres en el cuidado de los hijos, que deriva en el lógico deseo de mantener esta implicación y la mayor relación posible con ellos tras una ruptura.

La custodia compartida puede resultar muy beneficiosa para los niños, porque les permite disfrutar y nutrirse de ambos progenitores a lo largo de su desarrollo.

Sin embargo, la corresponsabilidad en la educación de los hijos, que suena tan bien, no siempre es fácil de aplicar tras una separación, sobre todo cuando no ha sido amistosa.

La custodia compartida le permite  al niño disfrutar y nutrirse de ambos padres a lo largo de su desarrollo

En este post queremos ofrecerte una serie de pautas para facilitar a los niños la adaptación a la custodia compartida y consejos para los intercambios.

Cómo facilitar la adaptación del niño a la custodia compartida

Toma todas las decisiones basándote en el interés del niño

Como base, te recomendamos que tanto tú como tu expareja tengáis siempre en mente una frase: el niño (o la niña) es siempre lo más importante.

Seguramente pensarás que a ti nadie tiene que recordarte esto, pero en situaciones de tensión y conflicto todos podemos perder el norte.

Así que el principal consejo para facilitar la adaptación del niño a la custodia compartida es que antes de tomar cualquier decisión que le afecte, párate y piensa ¿es esto lo mejor para mi hijo?

Negocia y cierra con tu pareja acuerdos sobre los aspectos fundamentales de la educación y el cuidado del niño

Los niños necesitan estabilidad. Y solo podréis proporcionársela si los dos seguís la misma línea educativa y mantenéis las mismas rutinas en cuanto a horarios y rutinas en ambos domicilios.

Para eso, lo ideal sería poder conversar cada cierto tiempo de manera amistosa, pero si esto no es posible, lo mejor que puedes hacer es cerrar una serie de acuerdos fundamentales de antemano, que los dos os comprometáis a cumplir por el bien de vuestro hijo.

No hay nada más desestabilizante para un niño que recibir órdenes contradictorias o tener que adaptar su comportamiento o sus rutinas cada vez que se produce un intercambio.

Respeta las decisiones de tu pareja y nunca la cuestiones ni critiques delante del niño

Por mucho cuidado que hayáis puesto en llegar a acuerdos sobre la educación de vuestro hijo, lo más probable es que surjan conflictos de vez en cuando. Que haya decisiones que tu expareja haya tomado respecto a su educación que no te gusten o que tú habrías llevado de otra manera.

Es normal que esto ocurra, pero debes tener en cuenta que él (o ella) es tan responsable del niño como tú y que debes respetar las decisiones que toma, siempre que no entren en conflicto con aspectos fundamentales de la educación o la crianza que deberíais haber pactado previamente.

Si esto ocurre, habladlo siempre en ausencia del niño. Para facilitar al niño la adaptación a la custodia compartida, nunca debes criticar a tu expareja ni cuestionar sus decisiones delante de él.

Prepara al niño para los intercambios y haz que sean cortos

El momento del intercambio es susceptible de provocar tensiones que los niños captan enseguida y que les desestabilizan. Por eso te recomendamos que prepares muy bien este momento.

Para evitar la incertidumbre y ayudar al niño a adaptarse a este momento clave de la custodia compartida, debes prepararle con antelación para lo que va a pasar, sobre todo si es muy pequeño y no tiene aún claro el concepto de alternancia ni sabe medir el tiempo que va a pasar con cada uno de vosotros.

Unos días antes o unas horas antes del intercambio (según cómo lo tengáis establecido) recuerda al peque que se va a ir con tu expareja durante el tiempo que sea y que después volverá contigo.

Aprovecha el momento para reforzar la idea de que los dos seguís queriéndole por igual y para permitirle que exprese sus sentimientos y emociones.

Otro de nuestros consejos para los intercambios es que lo hagas lo más rápido posible, para evitar que surjan conflictos o roces.

Evita que los intercambios se hagan en el domicilio, esto lo que hace es confundir al niño y es algo que no se mantendrá en el tiempo, cuando hayan nuevas parejas de por medio.

Tampoco es conveniente que tu expareja pase a casa a jugar. Eso solo genera incertidumbre en el niño. Teneros a los dos en la misma casa le traerá recuerdos y querrá recuperar lo que perdió.

Lo mejor es que el niño tenga ropa en casa de los dos y no ir con la maleta. Los niños se cansan de ir con sus bártulos.

No es lo ideal, pero si sois incapaces de mantener la calma cuando estáis juntos o no soportáis veros de nuevo, un consejo es que los intercambios se produzcan en el colegio o que haga de intermediario algún amigo en común.

Sobre los 13- o 14 años los jóvenes no suelen querer moverse de su domicilio habitual, ya tienen actos sociales y no quieren perderse ninguno. Es necesario estar preparados para este momento, ya que lo habitual es que los padres se enfaden y se presenten conflictos familiares. 

Sé flexible y permite una comunicación fluida con tu expareja y su familia

Una de las claves para ayudar a los niños en la adaptación al régimen de custodia compartida es la planificación y los acuerdos previos. Es fundamental que los dos os comprometáis a cumplirlos. Pero eso no quiere decir que debáis ser totalmente inflexibles en todo.

La custodia compartida triunfa cuando los dos padres están realmente implicados en la educación y la crianza de los hijos y eso conlleva hacer concesiones de vez en cuando.

Por ejemplo, que tu hijo pase la semana contigo no debería implicar que deje de tener contacto completamente con su otro progenitor en ese tiempo. Permítele que se comunique con él o ella cuando quiera o cuando lo necesite, sin restricciones. Eso sí, siempre que salga del niño.

Tampoco debes restringirle el acceso y la comunicación con sus familiares por parte de tu expareja.

 

En definitiva, nuestros consejos para ayudar a los niños a adaptarse a la custodia compartida y a los intercambios se resumen en:

– Colocar el interés del niño por encima de todo lo demás.

– Garantizar la estabilidad en la forma de educarle y en las rutinas y horarios.

– No cuestionar ni criticar a la expareja delante del niño.

– Intercambios: Prepara al niño, hazlos cortos, evita conflictos.

– Flexibilidad en materia de comunicación y contactos con la expareja y su familia.

 

¿Qué opinas de nuestros tips para facilitar la adaptación de los niños y consejos para los intercambios? ¿Acabas de divorciarte en régimen de custodia compartida o estás pensando en hacerlo? Cuéntanos tu experiencia.

Estefanía Alcaraz

Psicóloga Infantil

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